La halitosis, también conocida como mal aliento, es un problema común que afecta a muchas personas. Esta condición puede ser vergonzosa y afectar negativamente a las relaciones personales y profesionales.
Afortunadamente, hay medidas que se pueden tomar para prevenir y tratar la halitosis.
Las causas más comunes de la halitosis o mal aliento
A continuación, presentamos las causas más comunes de la halitosis o mal aliento:
Mala higiene bucodental
Una de las principales causas de la halitosis es la incorrecta higiene bucodental. La falta de cepillado de los dientes y la lengua pueden llevar al crecimiento de bacterias en la boca, lo que produce mal olor.
Por lo tanto, es esencial cepillarse los dientes tres veces al día, después de cada comida, con una pasta dental adecuada, usar hilo dental regularmente y limpiar la lengua con un raspador.
Sequedad en la boca
La sequedad en la boca también propicia el mal aliento, ya que la saliva ayuda a limpiar la boca y a prevenir la acumulación de bacterias.
Para ello, es importante beber agua suficiente, evitar el alcohol y el tabaco.
Elección de la dieta
La dieta también puede afectar al aliento. Alimentos como el ajo y la cebolla son conocidos por causar halitosis. En este sentido, la digestión de los mismos produce compuestos sulfúricos que pueden permanecer en la boca y causar mal olor.
Limitar el consumo de estos alimentos puede ayudar a prevenir el mal aliento. Además, los que son ricos en fibras como las frutas y las verduras, ayudan a limpiar la boca y a tener un buen olor en ella.
Consulta a un profesional
Si se sospecha que la halitosis está relacionada con una condición médica subyacente, como la enfermedad periodontal o problemas digestivos, es fundamental consultar a un profesional dental. Ellos pueden ayudar a identificar la causa y a recomendar un tratamiento adecuado.
Te ayudamos a prevenir y tratar el mal aliento o la halitosis
En Clínica Dental Melilla ayudamos a nuestros pacientes a prevenir el mal aliento o la halitosis. No obstante, para ello también recomendamos, además del cepillado diario en casa, una limpieza dental profesional al menos una vez al año. A través de ella, se consiguen eliminar restos de suciedad que quedan acumulados en la boca y que no se consiguen combatir con el cepillado dental.
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